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Puerto Escondido, Oaxaca

$12,621,746.12 MXN

190 m²

2.5

Diciembre 2026

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INMA es un refugio sereno en la costa oaxaqueña, a 30 minutos de Puerto Escondido, compuesto por seis villas que se integran con la selva y el paisaje. Cada villa cuenta con alberca privada, terrazas abiertas y espacios amplios que privilegian la sencillez y el contacto con la naturaleza.
La arquitectura busca la armonía con el entorno, usando materiales nobles y vistas abiertas al mar. Una alberca común suspendida sobre el océano, senderos naturales y un sistema de seguridad discreto completan la experiencia.
INMA es una pausa frente al mar, donde el lujo se expresa en lo esencial. Su comunidad vibrante y su gastronomía local hacen de este lugar un destino ideal para quienes buscan equilibrio entre naturaleza y comodidad.

FRB Arquitectura es una firma con sede en la Ciudad de México y presencia en Miami, cuyo trabajo se distingue por una visión integral del diseño y el desarrollo. Cada proyecto parte de una lectura precisa del contexto —el entorno, el usuario, el mercado— y se traduce en una arquitectura que busca ser relevante, duradera y consciente.

Su práctica abarca desde viviendas unifamiliares hasta desarrollos verticales y proyectos de hospitalidad, todos guiados por una misma intención: generar espacios que no solo se vean bien, sino que se vivan mejor. Su enfoque une la sensibilidad creativa del arquitecto con la lógica rigurosa del desarrollador, dando lugar a obras que equilibran forma, función y rentabilidad.

En FRB, la arquitectura no es un gesto aislado, sino una herramienta estratégica. Cada línea responde a una necesidad, cada material tiene un propósito, cada decisión suma valor. Esta claridad se refleja en sus procesos, donde diseño y ejecución se entrelazan para lograr resultados coherentes y de alto impacto.

Puerto Escondido es un lugar donde el tiempo se estira con el sol, y la vida sucede entre el vaivén del mar y el rumor de la selva. Las mañanas arrancan con el sonido de las olas y el aroma del mezcal en reposo; por las tardes, los cielos se pintan de rosa mientras el pueblo respira al ritmo del viento.
Lo que nos atrae de Puerto es su mezcla honesta de energía y calma. Surfistas, cocineras, artesanos y viajeros conviven sin pretensión, entre mercados coloridos, playas escondidas y cafés abiertos al paisaje. No hay prisa. Solo el presente, cálido y compartido.
Aquí, cada calle desemboca en el mar, y cada día es una invitación a mirar, a escuchar, a quedarse. Puerto Escondido no grita su encanto: lo susurra en los detalles, lo guarda en la mirada de quien lo habita. Y ahí, en su ritmo natural y su belleza sin adornos, vive su magia más profunda.

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