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Casa Tarco es un enclave residencial exclusivo al poniente de la Ciudad de México, donde la privacidad, el confort y el diseño contemporáneo convergen para ofrecer un estilo de vida sofisticado y sereno. Ubicado en una privada a espaldas de Santa Fe, el proyecto encuentra el equilibrio entre la energía de una zona cosmopolita y la calma de un entorno controlado y seguro.
Con 800 m² de construcción, esta residencia premium redefine la experiencia de habitar en la ciudad: espacios generosos, arquitectura sobria y materiales elegidos para perdurar con elegancia. Cada detalle —desde la alberca privada hasta las terrazas abiertas— está concebido para ofrecer momentos de tranquilidad y conexión, tanto con el interior como con el entorno.
Entre sus amenidades se encuentran un gimnasio completamente equipado, canchas de paddle y tenis, y áreas pensadas para el bienestar diario. Casa Tarco no solo es una vivienda, sino una propuesta integral de vida urbana: íntima, funcional y profundamente consciente de su contexto.
BOSCO arquitectura es un estudio establecido en la Ciudad de México, cuya práctica se caracteriza por una aproximación sensible y meticulosa al diseño, entendiendo la arquitectura como una oportunidad para generar vínculos profundos entre el espacio, la materia y el ser humano.
Su trabajo —que abarca desde viviendas unifamiliares hasta espacios públicos y comerciales— parte de una búsqueda constante por la simplicidad estructural, la expresión honesta de los materiales y la creación de atmósferas cálidas y funcionales. Cada proyecto se plantea como un sistema vivo, donde la luz, el aire, la vegetación y el paso del tiempo forman parte esencial de la experiencia arquitectónica.
En BOSCO arquitectura, el diseño es un acto consciente y comprometido. Más que construir objetos, el estudio imagina paisajes habitables: espacios que invitan a la pausa, al encuentro y a la relación armónica con el entorno.
Santa Fe se revela en sus contrastes: edificios que tocan el cielo, barrancas profundas cubiertas de verde, atardeceres que tiñen el concreto de oro tenue. Su fuerza no impone, acompaña —con ritmo urbano, con pulso moderno.
Nos inspira su dualidad: entre corporativos y parques, entre vialidades amplias y rincones tranquilos. Aquí, la ciudad se reinventa con cada paso, fusionando dinamismo y resguardo, actividad y contemplación.
Lo que más nos atrae es su forma de habitar la ciudad con altura: mirar lejos, vivir cerca, mantener el movimiento sin perder el equilibrio. Esa energía se siente en sus calles, en la arquitectura vertical, en la promesa constante de futuro.