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Amanali, Tepeji del Río

$15,800,000 MXN

472 m²

4.5

Inmediata

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Esta residencia es un refugio de elegancia en uno de los destinos más exclusivos. Concebida en un terreno de 606 metros cuadrados con una construcción de 478, este proyecto nace de la búsqueda de un estilo de vida que une el lujo con la calma. Al ingresar, la amplitud de la sala y el comedor invitan a recibir y compartir, mientras que la cocina, equipada con materiales de primera calidad, se conecta con naturalidad hacia la terraza y el jardín.

La arquitectura se abre hacia el exterior, donde una alberca y un jacuzzi conforman un oasis privado de descanso y encuentro. Cada recámara cuenta con su propio baño, brindando intimidad y confort, y los detalles en mármol y nogal refuerzan la sensación de sofisticación en cada espacio.

Esta no es solo una casa, es una experiencia de vida. Un lugar donde lo cotidiano se viste de elegancia y cada rincón está pensado para disfrutar. Un destino exclusivo que captura el lujo sin artificios: sereno, cálido, esencial.

Como si siempre hubiera estado ahí.

Bernardo Quinzaños Oria (CCA):

CCA, dirigido por Bernardo Quinzaños, opera como un espacio independiente que busca transformar la arquitectura en una herramienta de impacto social y cultural. Su enfoque parte de la investigación y la conceptualización profunda del contexto, para dar forma a proyectos que no se limitan a lo construido, sino que generan vínculos duraderos con la comunidad.

Su práctica es amplia y colaborativa: integra arquitectura, urbanismo y gestión cultural con un sistema de trabajo incluyente e interdisciplinario, potenciando el talento de cada uno de sus colaboradores. CCA entiende cada proyecto como una oportunidad de diálogo, donde las ideas se expanden y toman fuerza al ser compartidas.

Cada propuesta es un ejercicio de reflexión y síntesis. Espacios que son claros y precisos, pero también abiertos a la transformación del tiempo y de quienes los habitan.

TEPEJI DEL RÍO
Tepeji del Río es un lugar donde el río y las montañas dialogan en calma. Donde las mañanas despiertan con el sonido del agua y las tardes se tiñen con la luz suave que se filtra entre los cerros. Aquí, la vida se mueve con un ritmo distinto: más sereno, más cercano, más enraizado en la tierra.

Lo que más define a Tepeji es su equilibrio natural. La presa se extiende junto a los pueblos tradicionales, los caminos conviven con la vegetación semidesértica y los paisajes abiertos se mezclan con la memoria histórica que habita en sus calles. Todo parece fluir en un balance entre lo natural y lo humano.

Entre plazas tranquilas, aromas de maíz recién hecho y cielos que se encienden al caer la tarde, descubrimos una forma de habitar que no busca transformarse, sino permanecer. Tepeji no se ostenta, se comparte. Y eso la hace auténtica y esencial.

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