Polanco, CDMX
$20,245,000 MXN
178.5 m²
2.5
No
Diciembre 2026
/Escríbenos
Casa Rodal es un refugio íntimo en el corazón de Polanco, donde la vida urbana se encuentra con el sosiego de la arquitectura bien pensada. Entre calles vibrantes y parques arbolados, este conjunto residencial propone una nueva manera de habitar la ciudad: más consciente, más silenciosa, más conectada con lo esencial.
Diseñada por Héctor Barroso, con interiores de Estudio Alta Habitat, cada una de sus tres residencias ha sido concebida como una pieza única, donde la luz, la materia y el espacio se entrelazan con naturalidad. Jardines interiores, terrazas abiertas y muros de texturas cálidas crean una atmósfera de resguardo que permite respirar, incluso en medio del ritmo citadino.
Casa Rodal no busca imponerse al entorno, sino integrarse con él. Sus proporciones mesuradas, sus materiales nobles y su claridad espacial dialogan con la arquitectura del barrio y con el paisaje vegetal que la rodea.
Aquí, el lujo se expresa en la pausa: en la luz que entra a la hora precisa, en el silencio que permite estar, en los espacios pensados para vivir con intención. Más que una vivienda, Casa Rodal es una invitación a habitar la ciudad con elegancia serena y presencia plena.
Taller Héctor Barroso es un estudio de arquitectura con sede en la Ciudad de México, reconocido por una práctica que combina sensibilidad estética, respeto por el entorno y un profundo entendimiento de la materia. Su arquitectura parte de una relación íntima con el lugar —su geografía, su luz, su clima— para dar forma a espacios que se sienten arraigados y atemporales.
El taller ha desarrollado proyectos residenciales, culturales y turísticos, tanto en contextos urbanos como naturales, siempre con una búsqueda constante por la esencialidad. A través de materiales honestos, proporciones precisas y una atmósfera contenida, sus obras invitan al silencio, al habitar reflexivo, a la conexión con lo inmediato.
En Taller Héctor Barroso, la arquitectura no se impone: se deja encontrar. Cada muro, cada sombra, cada textura está pensada para dialogar con lo que ya existe. Esta visión se traduce en proyectos profundamente coherentes, donde forma, función y emoción se entrelazan con elegancia y sobriedad.
Polanco se revela en los detalles: una mañana entre cafés, la luz sobre las banquetas, el rumor de las jacarandas. Su elegancia no impone, acompaña; entre historia, diseño y vida cotidiana.
Nos atrae su equilibrio entre lo urbano y lo íntimo: museos y panaderías, avenidas vibrantes y parques tranquilos. Cambia sin perder su esencia, donde lo moderno dialoga con lo clásico.
Lo que más nos inspira es cómo habita la ciudad: con sofisticación y calma, apertura y carácter. Esa armonía se siente en su arquitectura, en sus terrazas llenas de vida, en la forma serena de caminarlo.