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El Bosque es un santuario residencial en las 120 hectáreas de naturaleza de Rancho Avándaro, Valle de Bravo. Más que un desarrollo de lujo, es una invitación a habitar el bosque con equilibrio y propósito. Entre lagos, ríos y árboles, propone una vida donde confort y naturaleza conviven en armonía.
Diseñado por CHAIN + SIMAN, el conjunto integra arquitectura e interiorismo en sintonía con el entorno. Líneas limpias, materiales nobles y espacios abiertos conforman una arquitectura sobria y serena, donde la luz y el paisaje son protagonistas.
Un refugio para descansar, compartir y reconectar: vivir en El Bosque es hacerlo con intención, rodeado de calma y belleza esencial
Renatta Chain es una arquitecta y diseñadora con sede en la Ciudad de México, cuyo trabajo se caracteriza por la exploración constante entre lo funcional, lo estético y lo emocional. Su práctica se desarrolla en la intersección entre el diseño de interiores, la arquitectura y el arte, con un enfoque profundamente humano que busca provocar sensaciones, contar historias y crear atmósferas habitables.
Desde una mirada sensible al detalle y a los materiales, su estudio ha dado forma a espacios residenciales, comerciales y culturales que se distinguen por su equilibrio entre calidez, sofisticación y autenticidad. La escala íntima, la paleta contenida y el uso de elementos naturales son constantes en su lenguaje, así como una atención meticulosa a la luz, la textura y la composición.
Valle de Bravo es un refugio entre montañas, donde el bosque, la neblina y el lago marcan el ritmo de los días. Es un lugar que invita al recogimiento y al movimiento, a la contemplación silenciosa tanto como a la aventura al aire libre.
En el corazón de este entorno está Rancho Avándaro, un desarrollo que celebra la vida en contacto con la naturaleza. Aquí, las actividades cotidianas —cabalgar, cosechar del huerto, recorrer senderos— se convierten en rituales simples y significativos. La arquitectura se integra al paisaje con respeto, permitiendo que la luz, el clima y la tierra sean parte esencial de la experiencia.
Lo que define este lugar no es la ostentación, sino la autenticidad. Vivir en Rancho Avándaro es encontrar lujo en lo esencial: el aire limpio, la calma del entorno, la conexión con lo natural. Es habitar con intención, rodeado de belleza serena y plenitud silenciosa.