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El Ocojal

Valle de Bravo, Edo. Méx.

$23,500,000 MXN

380 m²

5

Inmediata

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El Ocojal es una residencia enclavada en un claro del bosque, donde la arquitectura se funde con la naturaleza para crear un refugio sereno y respetuoso con su entorno. Su nombre proviene de la vegetación que define el lugar y guía el carácter del proyecto.

El diseño parte de una intención clara: intervenir lo menos posible. La disposición de las casa y los recorridos responde a la topografía y al arbolado existente, preservando casi toda la vegetación original y manteniendo una relación directa con el paisaje.

La casa se abre hacia el exterior con dobles alturas, ventanales amplios y patios que enmarcan el bosque, permitiendo que la luz, el aire y las sombras definan el ritmo de la vida cotidiana. Los materiales—madera, teja y barro—refuerzan la conexión con el entorno y establecen una paleta cálida, natural y coherente con el contexto.

CHAIN + SIMAN es un estudio de arquitectura e interiorismo con sede en la Ciudad de México, fundado por Renatta Chain y Lina Siman. Su práctica se distingue por una mirada que combina lo técnico con lo sensorial, buscando siempre un equilibrio entre la función, la estética y la emoción.

Cada proyecto parte de una comprensión profunda del contexto y de quienes habitarán el espacio. A través de una exploración constante de la materia, la luz y la proporción, el estudio construye atmósferas que privilegian la serenidad, la calidez y la conexión con lo esencial.

Su trabajo abarca escalas residenciales, comerciales y de hospitalidad, manteniendo una coherencia visual basada en materiales honestos, paletas contenidas y una atención minuciosa al detalle. En CHAIN + SIMAN, el diseño no busca imponerse, sino acompañar y realzar la experiencia de habitar.

Valle de Bravo es un refugio entre montañas, donde el bosque, la neblina y el lago marcan el ritmo de los días. Es un lugar que invita al recogimiento y al movimiento, a la contemplación silenciosa tanto como a la aventura al aire libre.

En el corazón de este entorno está Rancho Avándaro, un desarrollo que celebra la vida en contacto con la naturaleza. Aquí, las actividades cotidianas —cabalgar, cosechar del huerto, recorrer senderos— se convierten en rituales simples y significativos. La arquitectura se integra al paisaje con respeto, permitiendo que la luz, el clima y la tierra sean parte esencial de la experiencia.

Lo que define este lugar no es la ostentación, sino la autenticidad. Vivir en Rancho Avándaro es encontrar lujo en lo esencial: el aire limpio, la calma del entorno, la conexión con lo natural. Es habitar con intención, rodeado de belleza serena y plenitud silenciosa.

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