Los Limonares
/Escríbenos
Esta comunidad residencial en Valle de Bravo combina diseño contemporáneo mexicano con la tradición de los Pueblos Mágicos. Sus 12 unidades se integran al entorno natural, ofreciendo un estilo de vida excepcional donde comodidad, funcionalidad y paisaje se encuentran.
Cada casa cuenta con espacios interiores amplios, terrazas, roof gardens y alberca privada, invitando a la relajación y al disfrute del entorno. Los detalles de diseño reflejan autenticidad y armonía, creando ambientes que se adaptan al día a día.
Más que un conjunto residencial, es un estilo de vida. Con amenidades como huerto, horno para pizzas, salón comunitario y gimnasio, cada espacio promueve bienestar, creatividad y convivencia. Un lugar sereno y duradero, que se siente parte del corazón de Valle de Bravo.
Antonio Morodo Diaz (MRD):
MRD se concibe como un espacio independiente dedicado a explorar la arquitectura más allá de la forma. Su enfoque parte de la investigación y del análisis profundo del contexto, buscando proyectos que no solo construyan, sino que generen conexiones duraderas con la sociedad y el entorno.
La práctica de MRD es interdisciplinaria y colaborativa: integra arquitectura, diseño urbano y estrategias de proyecto con un sistema de trabajo inclusivo que potencia el talento y la creatividad de cada colaborador. Cada proyecto se entiende como un diálogo abierto, donde las ideas se confrontan, se amplían y se consolidan en propuestas sólidas.
Cada intervención es un ejercicio de síntesis y claridad. Espacios que combinan precisión y flexibilidad, capaces de adaptarse al paso del tiempo y a las transformaciones de quienes los habitan. Una arquitectura que permanece sin imponerse, generando experiencias significativas y memorables.
Valle de Bravo es un lugar donde el lago y el bosque se encuentran en armonía. Las mañanas despiertan con la bruma sobre el agua y el canto de las aves, mientras que las tardes caen entre cielos cálidos y el susurro constante de los pinos. Aquí, la vida sigue un ritmo distinto: más sereno, más cercano a la naturaleza y a la comunidad.
Lo que nos atrae de Valle de Bravo es su equilibrio natural y cultural. El lago se mezcla con senderos de montaña, las casas conviven con la vegetación y la actividad local se integra con el turismo de manera respetuosa. Es un lugar que invita a observar, disfrutar y pertenecer, sin prisa ni artificios.
Aquí, cada amanecer es una oportunidad para mirar el horizonte y cada día se vive con la calma de lo esencial. Valle de Bravo no busca imponerse, se revela con sencillez. Y en esa honestidad, entre la fuerza del lago y la quietud del bosque, reside su belleza más profunda.